miércoles, 30 de enero de 2013

Los últimos urogallos


    Urogallo macho.
El bosque atlántico compuesto por hayas, robles, abedules, tejos, servales, etc. y plantas del sotobosque como arándanos, brezos y brecinas, etc. constituye el hábitat ideal para los urogallos, donde además de encontrar refugio, encuentra el alimento necesario compuesto de bayas, hojas, brotes, etc. imprescindibles para la supervivencia de la especie.  
  Plumas de urogallo.
 De arriba a abajo:  
   -Remige secundaria. Pluma correspondiente al antebrazo del ave.
   -Rectriz o caudal, R1. Situadas en la zona de la cola.
   -Remige primaria. Estas plumas están insertadas en los dos dedos soldados de la mano.
  Excremento de urogallo.
   Huellas de urogallo en la nieve.

El urogallo cantábrico habita en los bosques de montaña de la cordillera cantábrica por encima de una altitud aproximada de 800m sobre el nivel del mar. El urogallo está en serio peligro de extinción debido como siempre a la mano del hombre, es decir, por causas de la fragmentación de su hábitat que año tras año se va acelerando en la masa forestal y que ocupa tan sólo el 22 % del paisaje de montaña. Otro dato que añadir, es que a pesar de los planes fallidos de recuperación de la especie y los intentos de evitar la degradación de su hábitat, hay especies que depredan las nidadas de los urogallos, bien sobre los pollos o sobre los huevos (zorros, jabalíes, martas, ginetas, garduñas, etc.)
El lobo ibérico (Canis lupus signatus) es una especie de vital importancia en la montaña, ya que, actúa principalmente como regulador biológico sobre el aumento de la densidad de otras especies más numerosas (jabali, zorro, etc.), que viven en el hábitat del urogallo y por lo tanto, ifluye indirectamente en su recuperación.